No hay satisfacción más grande para un ser humano, que ser instrumento de ayuda para quien lo necesita; y más aún, cuando el beneficiario es un niño.
Por: Patricia Paredes
Se tiene un promedio de 25 a 30 donadores por día, pero se estima que el 95% llega por requisito para alguna intervención quirúrgica a pacientes en los hospitales públicos San Juan de Dios y Roosevelt, al igual que en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS.
La donación es un proceso de aproximadamente 2 horas, según el turno que corresponda; entre más temprano se llegue más temprano se pasa. Los requisitos son mínimos: como peso de 115 libras para las damas y 120 libras para los varones, estar entre los 18 a 50 años y gozar de buena salud. Extraen una muestra de sangre la cual es evaluada y del resultado depende si puede donar o no.

En el Hospital Juan José Arévalo Bermejo, conocido como el IGSS de la zona 6, la licenciada Claudia Martínez, jefe del Servicio del Banco de Sangre, enfatiza en lo necesario e importante que es la Donación Voluntaria, ya que, en dicha unidad, la sangre que se recibe es netamente para el departamento de pediatría, por cada litro donado se realizan transfusiones a 5 niños.
Asimismo, hace un llamado a la población y especialmente a los estudiantes sancarlistas que se caracterizan por ser “humanitarios”, para que se acerquen a donar voluntariamente a la unidad que les quede más cercana.

Asegura que los mitos e ideas mágicas que se tienen a cerca de la donación de sangre son totalmente falsos, no hay ningún peligro. Es completamente seguro e inofensivo, así como llegan, así se irán del banco de sangre, las agujas son desechables y es un dolor tolerable para la persona.
La satisfacción de haber contribuido a salvar una vida en forma anónima no tiene precio, afirma la licenciada Martínez.